Fuente: Nauta360
Con sólo 23 años, se estrenó en la Whitbread Round the World Race -la actual Volvo Ocean Race- como timonel del Galicia 93 Pescanova. Ahora, dos décadas después y en su sexta vuelta al mundo, Roberto, ‘Chuny’, Bermúdez de Castro (A Coruña, 1970) acaba de ganar uno de los desafíos más extremos del deporte, siendo el segundo español que lo consigue en 40 años de historia de la regata tras Joan Vila (en 2001). Ha sido timonel y trimmer del poderoso Abu Dhabi Ocean Racing, uno de los pilares de la tripulación de Ian Walker, quien no dudó en reclutarle en cuanto pudo. El gallego, por experiencia y talento, es uno de los navegantes más cotizados del mundo, si bien desde su lejano debut en la competición no ha vuelto a subirse a un barco español. Incluso intentó armar su propio proyecto, pero asegura tener todas las puertas cerradas. “Es como un monopolio”, dice. Así que Chuny ha tenido que buscarse la vida en equipos extranjeros hasta alcanzar la gloria. “Yo me dedico a navegar, a intentar llevar el barco lo más rápido posible”. Y lo hace magistralmente.
Pregunta.- ¿Cómo están siendo las primeras horas después de consumar la victoria en la vuelta al mundo? ¿Ha asumido ya lo que ha conseguido?
Respuesta.- La verdad es que sí. Con lo que me ha costado conseguirlo, lo he asumido. Ya tocaba después de tantos años intentándolo. Te puedes hacer una idea de lo difícil que es, tienes que pelear mucho para ganarla, tener un buen equipo y navegar mejor que los demás, sin cometer grandes fallos.
P.- ¿Cómo le explicaría a alguien ajeno a la vela lo que acaba de hacer?
R.-. Bueno, realmente es una regata. No es por quitarle mérito, pero hay cosas más difíciles en la vida, desde luego. La Volvo Ocean Race, la Copa América y los Juegos Olímpicos son las regatas de más nivel, las que más cuestan ganar y haber logrado la victoria en una de ellas es cumplir una de las metas que te pones en la vida como deportista. Estoy muy contento, ya podía haber sido antes.
P.- Supongo que cada vuelta al mundo es una aventura diferente, ¿qué ha aprendido en esta última, si se puede aprender algo después de seis vueltas al mundo?
R.- Cada una es diferente. Esta ha sido la primera vuelta al mundo con barcos One Design, todos iguales con velas iguales, así que lo que marca la diferencia es la gente; cómo se prepara el barco, cómo se navega mejor que el resto e intentado romper menos cosas que los demás. Depende casi todo de la tripulación, porque no hay equipo de diseño, no hay que mejorar los barcos porque no puedes tocarlos.
P.- ¿Le ha gustado el nuevo concepto de la Volvo Ocean Race? Desde fuera, en ocasiones el seguimiento a la flota era demasiado monótono, sin apuestas tácticas radicales. Hasta algunos regatistas lo han reconocido.
R.- Sí, pero eso ya tiene más que ver con todas las zonas de exclusión que hay. Antes era una navegación más libre. No nos acotaban tanto con los hielos, con el tráfico marítimo, con los piratas… Eso nos deja el camino un poquito más estrecho. Además, todos tenemos el mismo parte de tiempo, de meteorología, así que todo el mundo va a cubrir a los demás porque no quieres descolgarte de la flota. Es como en una carrera ciclista, que entran todos en el pelotón. No quieres ir tú solo y prefieres esperar a que los demás vayan cometiendo errores. Eso es lo que hemos ido haciendo desde el principio: no intentar hacer algo diferente y poder cometer un fallo grande, sino intentar que lo hagan los demás.
P.- Pero, ¿considera un acierto los cambios introducidos?
R.- Hombre, sí, y sobre todo tal y como están los tiempos. La anterior fórmula era más cara: tenías diseñadores, constructores… Pero tenía que haber sido todavía más barato. Bueno, mejor que antes sí es. Hay siete barcos y ha estado bien.
P.- ¿Es más complicada la vida a bordo con estos barcos, con menos tripulación y teniendo a todos los rivales cerca todo el rato?
R.- Comparado con los VO70, la vida es un poco más cómoda. Son barcos menos rápidos, menos potentes. Antes eran como caballos salvajes, ahora son más dóciles y puedes dominarlos mejor. Pero, al mismo tiempo, todos tenemos el mismo caballo y eso hace más importante al jockey, al tío que está arriba manejando el barco, trimándolo. Ahora, con los sistemas automáticos de situación, cada cinco millas sabes la velocidad y el rumbo que llevan los que están alrededor, sabes todo el rato lo que están haciendo los demás y eso le da mucho más ritmo a la regata. Hay que estar más pendiente, no tienes un minuto de relajación y, para mí, ha sido mucho más divertida.
P.- El Abu Dhabi Ocean Racing es uno de los equipos más poderosos, ¿en qué se nota esa superioridad al tener todos el mismo barco y un mismo astillero de reparaciones y puesta a punto en las escalas?
R.- Se nota en que hemos tenido más tiempo para entrenarnos, para conocer y preparar el barco, para navegar y saber cómo organizarnos, en definitiva, para asemblar un equipo. Es parecido a lo que ocurre en los equipo de fútbol. Si navegas más tiempo con la misma tripulación, aprendes a hacer las cosas mejor juntos. Normalmente los tripulantes vamos aportando cosas al diseño o cambiamos cosas, pero aquí no puedes tocar nada, sólo puedes trimar el barco, colocar las velas de una manera que sea más eficiente y navegar por donde tú quieres. El factor humano es el más importante y, si tienes más tiempo para hacer todo eso y conocer los límites de la embarcación, tienes mucho ganado.
P.- ¿Cuál ha sido el peor momento de la regata? Esta vuelta al mundo ha sido más benévola comparada con las últimas ediciones.
R.- Sí, ha sido más tranquila, sobre todo en las etapas del Sur. Eso es un poco de suerte. ¿El momento más duro? Siempre se habla de Cabo de Hornos y, claro, si te toca un mal día, pues se pasa muy mal. Pero si te toca Finisterre mal, como nos pasó esta vez, la gente lo pasa fatal. Íbamos dando botes por la costa gallega; para mí fue muy bonito, pero los compañeros me decían: ‘Sí, es muy bonito esto, pero hace mucho viento.’ Lo pasaron mal.
P.- Cuando llegó a Gotemburgo dijo que su triunfo era el triunfo de la vela gallega y española, ¿a qué se refería exactamente?
R.- Pues que hay mucha gente, que no soy yo el único. Esta regata la he ganado yo, sí, pero hay mucha más gente. Por ejemplo, en el Brunel está Pablo Arrarte, en nuestro equipo de tierra tenemos a Diego Torrado… Hay mucha gente en los equipos, no sólo en el español. Son gente con mucha experiencia y millas. También está la gente que estaba antes que yo, que me ha enseñado a mí, como cuando estuve en el Galicia Pescanova. O cuando navegaba en Optimist y seguía al Licor 43 o a los Fortuna… Siempre ha habido muchos españoles vinculados a esta regata. Detrás hay mucha gente que hace las cosas muy bien, no sólo somos Joan Vila [el único español hasta ahora que había ganado la pruena] y yo.
P.- ¿Cómo le puede valer esta victoria a la vela española?
R.- Pues, mira, para acabar con esa percepción de que sólo hay una persona en la vela oceánica, de que sólo hay un equipo en España. Quizá sólo hay uno que recibe los apoyos, pero la realidad es que no todo se basa en ellos. Es lo que decía antes, hay mucha más gente, también en otras categorías de vuelta la mundo, pero muchas veces la prensa sólo atiende a ese equipo.
P.- ¿Puede que esta victoria le abra la puerta a poder armar su propio proyecto español?
R.- Gracias a Dios hay interés por mí, aunque por ahora es simplemente curiosidad, pero fuera de España. En España, desgraciadamente, mientras que estén los que están, es como un monopolio, no tengo opciones. Tampoco soy una persona que me sepa mover bien en los despachos ni me dedico a hablar con la prensa mucho, porque tampoco me gusta; os tengo que atender, pero.. [suspira]. Sin ninguna rivalidad, tiro por el camino más fácil. La vida me ha enseñado que hay que luchar por lo que te gusta, pero tampoco te puedes enfrentar a muros. Hay otras maneras de mantener a la familia. Yo me dedico a navegar, a intentar llevar el barco lo más rápido posible.
P.- Entonces, ¿descarta ya que haya un equipo español liderado por Chuny en la próxima edición de la Volvo Ocean Race?
R.- Ahora mismo es difícil conseguir algo en España porque, como te decía, sólo pueden estar ellos y hay que tirar por otro lado.
P.- Una vez conquistada esta vuelta al mundo, ¿se ve participando en otra edición o prefiere dar el salto a otras competiciones oceánicas?
R.- Ahora tengo varias cosas y ya veré. Ahora es el momento de descansar. Lo importante es que yo me lo he pasado bien, que creo que he rendido bien, que todo el mundo está contento con lo que he hecho y que yo también estoy contento. Hombre, ¡la he ganado!