Los ocho–cinco chicos y tres chicas– tendrán algo en común. No pueden estar más ilusionados estos días. Porque por primera vez en su vida, en un gran campeonato, tendrán el apoyo de familia y amigos. Y no tendrán que aprenderse unas determinadas condiciones de viento y de mar. Esta vez regatean en unas aguas que no pueden ser más especiales para ellos. Porque son las suyas. Las de toda la vida. Las de casa.
La veterana de todos es Berta Betanzos (Santander, 1988). Y por palmarés, la que más galones. No en vano, es la única que sabe lo que es disputar un Mundial de Clases Olímpicas. Fue el del año 2011, en la ciudad australiana de Perth. Y de allí, junto a la canaria Tara Pacheco, se trajo la medalla de oro en 470 femenino.
Desde 2013, Berta navega en un 49er FX junto a la gallega Tamara Echegoyen. Una campeona del mundo y otra olímpica juntas. Tanto talento ha acabado por despuntar en este 2014 y en casi todas las regatas del año han estado entre las diez primeras. «La temporada ha sido buena. Mejor de lo que esperábamos», señala Betanzos. «Con poco viento vamos bien. No nos cuesta ir las dos en el trapecio. Con viento fuerte, nos falta afinar algunas maniobras para evitar volcadas».
La santanderina y la gallega lograron en el mes de junio en Kiel su primer triunfo como equipo. Pero Betanzos le resta trascendencia en un deporte en el que muchas veces prima el sentirse a gusto regateando. «Claro que fue importante, pero quizá no fue el lugar más determinante en cuanto a sensaciones. Me quedo con las que tuvimos en Palma –quintas– e Hyères –séptimas–. Si consiguiésemos estar a ese nivel aquí…».
Betanzos no esconde que ella y Tamara están entre las favoritas para estar arriba en la clasificación. «El objetivo sería estar entre las ocho primeras. Lo importante va a ser la regularidad. En Santander las condiciones son muy variables y hay que estar concentrado en todo momento».
Dos Mundiales
Pocos equipos habrá en la vela española que a fuerza de entrenar, viajar y competir juntos se hayan convertido en una suerte de cuatro hermanos de velas y mar. Diego Botín y Pablo Turrado, santanderinos del 93; Víctor Payá, barcelonés de 1991 pero un cántabro más desde hace muchos años y Álvaro del Arco (Santander, 1992) comparten la pasión por ese Fórmula 1 con velas que es el 49er. Pasión y últimamente títulos. Diego y Pablo ganaron el Mundial júnior de 2013. Y en este 2014 el triunfo fue para Víctor y Álvaro.
Ese campeonato del mundo de principios de julio en Aarhus, Dinamarca, fue el punto de inflexión para Payá y Del Arco. Un abordaje en el ‘Sofía’ de Palma, en marzo, provocó un buen boquete en su barco. A Dinamarca fueron con uno sin estrenar y se llevaron el oro en un campeonato que era una apuesta a todo o nada. Y salió el todo. «Llegamos muy bien de ánimos al Mundial de Santander. Motivados y con mucha confianza», señala Payá.
Su único ‘pero’ es el hombro derecho de Álvaro del Arco. «Antes del Mundial, me empezó a molestar un poco. Por la adrenalina de esos días, no me enteré», dice entre risas. «Pero luego me han diagnosticado un slap, un desgarro en lo que sería el menisco del hombro». Las sesiones de rehabilitación en la clínica Health&Sport han sido constantes para que Álvaro llegue en la mejor forma posible.
En estas últimas semanas, las sensaciones «han ido a mejor». El oro de Aarhus llevó aparejado que «el trabajo de la temporada ya esté hecho», afirma Payá. Regatear sin presión y disfrutar al máximo del Mundial de casa aparecen como las premisas para los flamantes campeones mundiales júnior de ‘forty’. «Pero disfrutar de la competición es quedar lo más arriba posible», señala Del Arco.
En su primer Mundial absoluto, el gran objetivo de todo el equipo, esas diez primeras plazas que dan derecho a regatear en Río 2016, es según Del Arco algo «complicado para nosotros. Hay que ser realistas. No es imposible, pero sí complicado».
El año de Diego Botín y Pablo Turrado ha sido el de la confirmación como una de las tripulaciones a tener muy en cuenta dentro de poco tiempo. En marzo, rozaron el podio –fueron cuartos– en el Princesa Sofía de Palma. Y días más tarde ocuparon la décima plaza en Hyères, ambas pruebas de la Copa del Mundo. «Aunque yo creo que en las dos regatas estuvimos por encima de nuestro nivel», reconoce entre risas Diego Botín. «Pero sí, este año hemos evolucionado mucho».
Más que de las buenas clasificaciones en regatas de prestigio, Botín y Turrado prefieren sacar conclusiones de las regatas en las que las cosas no han ido bien. Quintos en Aarhus por un mal día, pocas jornadas después firmaron un puesto 41 en el Europeo absoluto. «De ese campeonato en Helsinki aprendimos muchísimo. Navegamos con gente muy buena», dice Pablo Turrado.
Diego se quita la presión con más risas. «Será la primera vez que compitamos en casa. Y casi seguro que la última», apunta. «Me voy a tomar el Mundial como si fuera una regata cualquiera. Aunque con la ventaja de estar en casa». Regatear en unas aguas que conocen de memoria hace que «mucha gente nos vea como favoritos, pero aquí vendrán muchas tripulaciones mejor preparadas que nosotros».
El gran objetivo es clasificar a España para Río. «Es la meta de los cinco ‘fortys’ del equipo», añade Turrado. En su caso, Botín no lo ve claro. «Quedar nosotros entre esos diez primeros sería un sorpresón. La diferencia entre los buenos y los muy buenos es que éstos últimos siempre están delante. Nosotros podemos oscilar entre el puesto 10 y el 40. Aún nos falta tiempo para estar siempre entre los diez primeros y para llegar al número uno».
Una agradable sorpresa
«Hace pocos días, Paula me dijo que teníamos plaza para el Mundial. Me cogió totalmente de sorpresa». Lucía Fernández (Santander, 1995) será junto a la también santanderina –de 1996– Paula Hoz quizá la tripulación que va a disfrutar más del Mundial de Vela de Santander. A sus 18 y 19 años, competirán en un Mundial de Clases Olímpicas, junto a las mejores regatistas del mundo, y en su casa.
Hoz, con experiencia en las clases 420 y L’equipe, barruntaba algo hace meses. El 49er FX es un barco muy nuevo, con pocas tripulaciones aún en el mundo, e intuía que para Santander iban a sobrar plazas. «Por eso he estado todo el año entrenando».
La Federación Cántabra tenía la posibilidad de designar una tripulación para el 49er FX y ella fue la elegida. Sus entrenamientos no han sido constantes, «pero ya con vientos medios no me voy mucho al agua», apunta entre risas. Saben que los ‘fortys’ de danesas, brasileñas, o el de Berta y Tamara les van a pasar por encima. «Pero solo quiero aprender un montón, pasarlo bien y estar dentro de las regatas. Me considero muy afortunada».
Menos experiencia aún en ese 49er FX –apenas un mes– tiene Lucía Fernández. «He competido a nivel nacional en el 29er, un barco «similar para el tripulante. Aunque el FX es mucho más grande y mucho más rápido». Al igual que Paula Hoz, Lucía no tiene más meta en este Mundial que «disfrutar y ver cómo navegan las mejores».
A última hora
Se enteraba el pasado jueves de que competía en el Mundial. Víctor Gorostegui (Santander, 1990), será el único que regatee en una clase individual. La más dura, el Finn. «Estoy contento. Y he estado entrenando todo el verano. Me unía a los entrenamientos de los regatistas extranjeros. Y les explicaba algo sobre las condiciones de aquí, aunque me he guardado algún secreto», señala entre risas. En su primer Mundial absoluto, no le queda otra que «aprender lo más que pueda» de un gran campeonato en casa.
Destacado
Berta Betanzos (Regatista de 49er FX):«En Santander las condiciones son muy cambiantes»
Diego Botín (Regatista de 49er):«Muchos nos ven como favoritos. Pero vendrá gente mejor preparada»
Pablo Turrado (Regatista de 49er):«El objetivo es clasificar a España para Río»
Víctor Payá (Regatista de 49er):«Llegamos muy bien de ánimo. Motivados y con mucha confianza»
Álvaro del Arco (Regatista de 49er): «Disfrutar de la competición es quedar lo más arriba posible»
Paula Hoz (Regatista de 49er FX):«Tenía esperanzas y por eso llevo entrenando desde noviembre de 2013»
Lucía Fernández (Regatista de 49er FX):«La meta es disfrutar, coger experiencia y ver cómo navegan las mejores del mundo»
Víctor Gorostegui (Regatista de Finn): «Aprenderé lo más que pueda de los mejores»